Ah, la calle... Las paredes oyen, decían las abuelas. También hablan, gritan, agreguemos. En estas calles tiene lugar una enconada disputa por las palabras, las imágenes y las representaciones. En los espacios públicos se emprenden todo tipo de causas. Los payasos intentan educar, las arroceras invitan a la liberación. La publicidad nos advierte que todo está por verse. La payasofía de la liberación. No hay nada sagrado.
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