Amparo Marroquín Parducci
¿Qué no nos estallaron las fronteras? ¿Qué fue de esas palabras… país, tierra, migrantes? ¿Qué rabias y condenas nos habitan, qué gestos al final nos invadieron? ¿Por qué se calló tanto, tanto tiempo? ¿Con qué cara miramos la cara de la muerte? ¿En qué paredes pintamos la rabia, con qué grito gritamos para matar esos nuevos silencios? ¿Por qué nombrar estos 72 y no a todos los otros, esos… desaparecidos, desencontrados, silenciosos?
Ilustración: Nuestra Señora de las setenta y dos piedades. Por Renato Mira
¿Por qué nombrar estos 72 y no a todos los otros, esos… desaparecidos, desencontrados, silenciosos?
ResponderEliminarEsa pregunta sí que deja frío; pues la emigración es tan importante cuando se trata de los que ya se establecieron y mandan remesas, pero de los que no han llegado -y de algunos que no llegarán- poco o nada se dice.
Me gusta esta reflexión, siempre acortamos la realidad, la simplificamos como a nada, cuando hay un millar de gritos que desean ser escuchados.
ResponderEliminarSiempre me han encantado las palabras de Amparo Marroquín por su grado de profundidad y análisis de la realidad que se vive.
José Aguilar
Brutal. Siempre sumamos nombres y no deberíamos.
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