Miguel Huezo Mixco
La memoria no lo deja en paz. El pasado mes de septiembre, Horacio Castellanos Moya publicó la tercera de una serie de novelas que se ocupa de eso, de la memoria como soporte para la construcción de una historia familiar en un mundo imaginario que tiene como epicentro un país como este, llamado El Salvador.
La saga comenzó con “Donde no estén ustedes” (2003), siguió con “Desmoronamiento” (2006), y ahora se completa con una nueva obra con un título elocuente: “Tirana memoria” (2008). Más que jugar al historiador, la tentativa de Horacio es reconstruir los hilos emocionales de la vida de una familia –que, como puede adivinarse, es su propia familia— a lo largo del siglo XX.
Aunque los eventos históricos (la guerra civil, la guerra entre Honduras y El Salvador, y el alzamiento cívico contra el general Maximiliano Hernández Martínez) están presentes en cada una las obras mencionadas, aquellos son solo el telón de fondo donde se proyectan las emociones que cruzan la vida de sus personajes. Al final, la Historia, como género, es una rama muy desarrollada de la ficción.
La memoria no lo deja en paz, he dicho. Horacio mismo se encarga de hacérnoslo saber. En una poco conocida entrevista para Tele Bilbao (España) –disponible en nuestro blog-- el autor revela que su obra más reciente ya se anuncia en el Epílogo de “Donde no estén ustedes”, cuando el narrador concluye: “la memoria es una tirana”. En realidad, las tres novelas están salpicadas de sutiles alusiones recíprocas. Revelarlas no es el objeto de este texto.
“Tirana memoria” tiene lugar, principalmente, entre el 24 de marzo y el 8 de mayo de 1944. A través de la historia de un matrimonio, Horacio cuenta cómo las personas intentan poner a salvo sus vidas en un momento de crisis, y cómo sus vidas cambian en ese intento. Pericles, el hombre, es un periodista que se encuentra encarcelado por órdenes del “brujo”: un militar que gobierna el país con mano dura. Ese encarcelamiento empuja a Haydée, su mujer, a escribir un diario personal donde va narrando los eventos de su vida privada y los vertiginosos acontecimientos públicos en los que se mira cada vez más comprometida. Haydée, paciente esposa y madre de familia, que se transforma en una activista del movimiento cívico que terminará derrocando al tirano, es la gran personaje de la novela.
La novela cuenta también la fuga de los jóvenes Jimmy y Clemen, que son perseguidos a muerte por el “brujo” por su participación en el alzamiento armado de abril de 1944. Solo las circunstancias familiares y políticas hacen posible que dos seres tan distintos se junten en un drama que adquiere una dimensión cómica. Aunque resulta inevitable distinguir entre algunos de los personajes de la novela a algunos personajes “verdaderos” (el general Martínez, los escritores Salarrué y Alberto Guerra Trigueros, el periodista Crescencio Castellanos o el teniente Belisario Peña), unos y otros son, en definitiva, figuras que pertenecen a la imaginación del autor... y a la de sus lectores.
Mientras los alzados huyen, escondiéndose debajo de las piedras, un movimiento pacífico de empresarios, empleados, amas de casa e intelectuales termina derrotando al dictador. Los héroes, pues, tienen los pies de barro. Es fácil equivocarse si se piensa que esa es la “enseñanza” de la novela. Este nuevo libro de Horacio Castellanos Moya habla más bien de la valentía de vivir y del coraje que emana, no de las grandes convicciones ideológicas, sino de las contingencias de la vida, del amor y de la amistad.
Enlaces de interés:
Entrevista con Horacio Castellanos en Tele Bilbao:
http://www.lavisita.com/infusions/the_kroax/embed.php?url=44
Entrevista en el Salón del Libro, París, el pasado mes de septiembre:
http://www.ameriquelatine.msh-paris.fr/spip.php?article207
El autor leyendo en un concierto de Jazz:
http://www.youtube.com/watch?v=halrDqRzm7s
Qué hermoso blog. Los felicito.
ResponderEliminarHola. Puedo suponer que Salarrué es Chelón, pero Guerra Trigueros ¿quién es? ¿acaso Pericles? Cordial saludo.
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