Miguel Huezo Mixco
Si El Salvador se mira en el espejo de los recuentos noticiosos del finalizado 2010 la imagen que obtiene es la del desastre.
El país no es solo una entidad geográfica y política, sino también una comunidad aglomerada en torno a miedos e ilusiones similares. Miedos, muchos. De acuerdo con la prensa nacional, una serie de hechos abominables constituye lo más importante o recordable del año pasado. La calamidad pública y la ruina moral están moldeando nuestros imaginarios colectivos.
La cultura es central para construir un país distinto, más creativo y más libre. San Salvador posee una variada actividad cultural. Sin embargo, en los balances de fin de año apenas hubo espacio para destacar lo mejor que nos dieron las diferentes ramas artísticas. Propongo una lista de los siete eventos, a mi criterio, más importantes del 2010.
(1) El pájaro de la felicidad. Esta producción del Teatro Poma, bajo la dirección de Roberto Salomón, constituye uno de los mejores montajes de los últimos años. Trece actores nos ofrecen una maravillosa parábola sobre la búsqueda del poder y la ambición. Escrita por el veneciano Carlo Gozzi (1720-1806), la adaptación de Salomón tiene claras alusiones al mundo salvadoreño de nuestros días.
(2) Arquitectura de remesas. Fotógrafos, arquitectos, antropólogos y artistas compartieron sus particulares enfoques sobre las migraciones internacionales, un éxodo que ha transformado el metabolismo de nuestras sociedades. La exposición, auspiciada por la Red de Centros Culturales de España en Centroamérica, permaneció varias semanas en el Museo de Arte de El Salvador (MARTE). Es parte de un trabajo mayor de investigación que está contenida en un hermoso libro del mismo nombre.
(3) El regreso de Horacio Castellanos Moya. El 29 de julio, después de seis años de autoexilio, puso pie de nuevo en el país el novelista salvadoreño que goza de mayor reconocimiento internacional. Horacio participó en un conversatorio sobre su obra y trayectoria en el Centro Cultural de España e hizo una lectura en la embajada de México. El 14 de diciembre se publicó su libro de ensayos “Breves palabras impúdicas" (Revuelta, 2010).
(4) Publicación del suplemento Contracultura. El axioma vietnamita de "hacer mucho con lo poco" se cumple con esta publicación. El suplemento electrónico Contracultura pone sus ojos en los eventos de arte y literatura y también en el análisis de los procesos culturales. Cuenta con un directorio y un distinguido grupo de colaboradores que semanalmente ofrecen enfoques innovadores sobre temas relacionados con la cultura salvadoreña.
(5) Publicación de “Estética del cinismo” (F&G, 2010), de Beatriz Cortez. El libro es resultado de una década de lecturas, investigaciones y debates. La tesis de Beatriz es que la literatura centroamericana de nuestros días ha abandonado el espíritu romántico del periodo revolucionario para realizar retratos de sociedades sumergidas en el caos, la violencia y la corrupción.
(6) La irrupción de King Flyp. A partir de la publicación de su canción “Abandonado” en YouTube, este “bicho” salido de la nada arrastró a jóvenes y viejos a entonar sus canciones, se abrió espacio en periódicos, radios y televisoras importantes, y se puso en boca de todo mundo. Un fenómeno mediático protagonizado por un auténtico hijo del reguetón.
(7) “Cambio de frecuencia”. María Teresa Cornejo y Herbert (Ardhanari) Zometa pusieron en otro nivel el XI Festival Arte Joven. El trabajo de María Teresa y Herbert --una videodanza en stopmotion-- probó que las propuestas de los artistas visuales más jóvenes no siempre están dominadas por la improvisación y los deseos de figurar.
Veremos qué nos trae de bueno este 2011, al que se ha denominado como el año del Bicentenario de la Independencia.
(Publicado en La Prensa Gráfica, 6 enero 2011)
Fotografía: Ardhanari Zometa y Carlos Violante colgando moscas para Cambio de frecuencia
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