miércoles, agosto 18, 2010

King Flyp, lárgate de aquí...

Miguel Huezo Mixco

King Flyp ya ha triunfado. Nos guste o no, este jovencito reguetonero, que hasta hace poco se ganaba la vida arriando vacas en Morazán, ha hecho en meses lo que a muchos les toma años o toda una vida.

No es solo que su video “Abandonado” tenga más de 500 mil visitas en YouTube, o que el pasado fin de semana haya estrenado en televisión el primero de una saga de cuatro episodios que cuenta la historia de su vida y sus triunfos. El asunto es que King Flyp se ha convertido en un héroe. Un héroe, sí, admirado por miles y repudiado por miles. Pero unos y otros tenemos que aceptar que estamos frente a un auténtico fenómeno social y cultural que nos está hablando de algo más que de reguetón.

King Flyp es, como se dice, “un bicho” salido de la nada que está arrastrando a jóvenes y viejos a entonar sus canciones, que se ha abierto espacios en periódicos, radios y televisoras importantes y está en boca de todo mundo. A menos que uno sea demasiado envidioso, esto solo puede producir admiración.

King Flyp es un auténtico hijo del reguetón. Este género musical nació en el seno de grupos marginados y excluidos como resultado de una fusión entre el reggae, un género de los años 70 creado en Jamaica por descendientes de inmigrantes negros, y el hip hop, el movimiento musical de las fiestas callejeras en los barrios más populares de Nueva York.

Quizás algunos recuerden a un músico panameño llamado El General, nacido en el empobrecido Barrio de Río Abajo. Por sus letras toscas y lascivas, muchos lo consideraban detestable. Edgardo Franco --ese era su nombre-- es uno de los padres del reguetón. Comenzó a los 12 años a grabar en casetes sus canciones, y se las entregaba a los buseros panameños para que las pusieran en los alto parlantes de sus máquinas.

King Flyp pertenece a esa estirpe. Quienes lo han visto en vivo dicen que su fuerte es el “rapeo”: la recitación rítmica de rimas y juegos de palabras. Pero no hace falta un oído muy cultivado para decir que no es un buen cantante y que ni siquiera baila bien. Pero tiene un arrastre que no han conseguido cantantes salvadoreños como Arquímides o Armando Solórzano, ni agrupaciones como Area 503, Jimmy y Angel, o XD Five Ft & Dj Emsy, jóvenes todos con mayor formación musical.

Pero más allá de la calidad artística de King Flyp lo que tenemos frente a nosotros es el desafío de un jovencito en un país donde no hay casas disqueras, ni un importante público consumidor de productos culturales. El riesgo es que su popularidad se vuelva espuma, que no consiga cosechar los beneficios de sus creaciones y se vea en la necesidad de regresar a Morazán, a tronarse los dedos. Por eso la pregunta es: ahora que King Flyp ha alcanzado ese nada despreciable éxito, ¿qué sigue?

La respuesta es muy sencilla. King Flyp debe irse de aquí, y pronto. Conservando su sencillez, debe ir a cultivar sus habilidades artísticas y a proyectar mejor su talento lejos de este páramo. ¿Quién le echará esa mano? ¿Tendrá este rey de la música que cruzar los desiertos o los mares en procura de un sueño más grande? ¿Y qué tal si triunfa este hijo del pueblo?

Si King Flyp tiene esperanzas, también las tiene este país. Y si fracasa, todos habremos fracasado un poco, otra vez. Cuando hablamos de King Flyp, estamos hablando de algo más que reguetón.

(Publicado en La Prensa Gráfica, 19 agosto 2010)

Ilustración: "Costumbres gitanescas. Los músicos viejos", Fundación Joaquín Díaz.

10 comentarios:

  1. Anónimo9:01 a. m.

    Tenga buen día Don Miguel:
    Me gusta su artículo por lo que destaca. Es típico que de los sectores marginados de nuestras sociedades, han surgido grandes
    futbolistas y músicos. Algunos nunca tuvieron para comprar un par de "tacos" como se dice; ni conocieron el pentagrama.
    El concepto "fenómeno social" está en boca de la gente, y que bueno que en esta oportunidad no se trata de la violencia.
    Que bueno que no estamos contabilizando muertos, sino hablando de un salvadoreño que está dando, como dice Fito Páez, al
    referirse a Maradona en una de sus canciones: " Dale alegría a mi corazón".


    René Castellón

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  2. Hay que reconocer, Miguel, que a King Flyp le llovieron los insultos (racistas, en su mayoría) en You Tube y en las redes sociales en las que se "colgaba" el enlace. Yo entré a su canal en You Tube al segundo día de la explosión de visitas y él mismo decía que había quitado el video de su propio canal por los insultos. Claro que había comentarios alentadores (en su mayoría de salvadoreños que decían estar fuera del pais). Estoy de acuerdo con vos que él habla de nuestra sociedad, no solo si sobrevive financieramente. Habla de cómo nos movemos en los extremos. Somos una sociedad polarizada y no sólo en lo político.

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  3. Difiero mucho en pensar que el fracaso o triunfo de este jovencito es el fracaso o triunfo del país.
    Para mi es un fenómeno cultural tan reconocido como Botti en la Acadamia de México. El bufon mediatico que refresca las páginas llenas violencia y corrupción.
    Que me dice King Flyp, que culturalmente nos conformamos con muy poco, aplaudimos al mediocre y dejamos de lado al que se esfuerza. Es un payasito que con sus rimas mal entonadas se ganó la risa de muchos, pero admiración... no lo creo.

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  4. Anónimo1:44 p. m.

    Además, de lo señalado por Miguel y María, King Flyp provocó no un terremoto sino un Tsunami, oleadas de reacciones nacionalistas, clasistas y étnicas. Quienes aseguraban que el país es homogéneo le queda claro que se equivoca, que es urgente hablar de diversidad cultural y que debemos contar las otras historias, los otros lenguajes, como las otras músicas. King Flyp ha puesto el dedo en la llaga: la otredad.

    Aída Polío-Schnell

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  5. Samuel Reyes2:28 p. m.

    Tiene razon, "King Flyp" se deveria largar, en nuestro pais no hay apoyo para los nuestros. Que pena que tengamos que salir para ser reconocidos. En verdad, el muchacho no canta bien, la realidad es esa, pero deveriamos de apoyarlo por el simple hecho de ser Salvadoreno. He leido muchisimos comentarios e insultos para el muchacho, en vez de alentarlo y darle animo lo que hacemos es desilucionarlo.
    Me encantaria que este muchacho triunfara en nuestro pais, para que demuestre a otros, que si se vale sonar.

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  6. Rebecca F. Cruz5:02 p. m.

    Sabés, Miguel, el meollo del asunto está en como este evento resaltó el clasismo/racismo subyacente en nuestra sociedad.

    Podrás constatarlo en los comentarios que hace la gente sobre el joven... La mayoría de sus detractores han sido bastante claros en recalcar que su repudio es hacia él por su origen/extracción social, por encima de su habilidad o capacidad para presentarse como un artista.

    Y he aquí un punto digno de un análisis concienzudo.

    Concuerdo enteramente contigo. Este muchacho necesita de un Mecenas y de alguien que sepa, de verdad, que hacer para impulsar una carrera que, muy para el disgusto de sus detractores, estará llena de éxitos, y, como bien decís, largarse de aquí.

    Lo que the King Flyp debe ver, si está leyendo estas líneas, es que él le debe su fama a sus fanáticos y no a los medios que lo quieran promover (mucho menos de la forma en que lo están haciendo), quienes, al parecer, están más interesados en relanzar a sus propias estrellas en lugar de impulsar una carrera de verdad.

    ¿No habrá por ahí un "Hermano Lejano" con los medios y los contactos para echarle una mano al muchacho?

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  7. Hola. Acabo de escuchar a KIng Flip y gracias por presentármelo. Es obvio que su talento es escaso lo que no le impedirá triunfar. El sonsonete es pegajoso y esos estribillos elementales gustan masivamente; no hay que olvidar que la música popular, con independencia de su calidad, es una rama de la poesía. Es curioso saber que en El Salvador no hay disqueras; en el futuro no será necesaria la mediación entre el artista de "alta cultura" o de cultura de masas; los intermediarios se acaban con los tics del 2.0
    Salga o se quede la calidad de King Flip hoy da para que sea éxito local; con una reingeniería y tomándolo un agente, cambiándole el peinado por ejemplo podría irle mejor. Saludos desde Colombia.
    pd. Cualquier crítica que se haga por raza o clase se pueden reducir a una palabra: envidia. Martín Emilio "Coshise" Rodríguez, uno de los más destacados ciclistas colombianos acuñó la siguiente expresión hará unos 40 años: "En Colombia se muere más la gente de envidia que de cáncer".
    pd2. Ni el fracaso ni el triunfo de ningún artista o deportista son el fracaso o el triunfo de un país: eso es el más barato de los chauvinismos: no "somos" la selección nacional de fútbol ni Shakira es Colombia.
    Pd3. Ahí perdonarán la parrafada.

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  8. Anónimo2:26 p. m.

    Muy acertados los comentarios del Sr. Huezo Mixco, los cuales comparto en su totalidad. Y no es que seamos pesimistas, es la cruda realidad. No existe --ni ha existido—hasta hoy un verdadero interés de parte de los encargados del arte salvadoreño, así como del público, en apoyar a quien muestra dones en la privilegiada rama de la música. Si no, acórdémonos de lo que le ocurrió al ahora reconocido cantante a nivel latinoamericano, el compatriota Álvaro Torres, hace muchísimos años. En El Salvador vivió una odisea en las casas disqueras, en donde siempre lo ignoraron y hasta lo discriminaron. Fue en Guatemala donde se le valoró por su voz y su música, y se le echó el hombro. De lo demás, ustedes ya lo saben de sobra. Aquí, los artistas no viven de su vocación --y si lo hacen es solo por puro pasatiempo--, sino que tienen que buscar otra forma de ganarse la vida. Quisiéramos creer que a Marvin Ulises, alias “King Flyp”, le irá distinto. Quisiéramos confiar en que todos los que actualmente lo están apoyando, lo van a mantener a flote por mucho tiempo y que no lo van a dejar ahogarse. Quisiéramos pensar que a este joven entusiasta y con sueños le van a ayudar a corregir sus defectos vocálicos y de tono con base en estudios musicales y de lenguaje… En fin, quisiéramos creer esto y muchas otras cosas positivas. Lo que sí sabemos es que solo el tiempo lo va a decir todo…

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  9. Hola Miguel y Marielos. Un abrazo.
    Confieso que, por culpa de ustedes, acabo de ingresar a la estadística del "bicho". realmente, es un digno representante de su grupo social. Ni más ni menos que otros famosos, que gracias al monopolio de la comunicación, han salido de las haciendas del norte de México y nos empalagan por las radios del sistema. Pues ahora es la venganza de las multitudes de un país completamente amordazado en su expresión vernácula. La red global, gratis y caótica, donde no hay fronteras de ninguna clase, nos lanza a un "bicho" de los de por allá de en medio de ninguna parte y lo impone por su soberano derecho de hacer lo que le da la gana.
    Que no canta bien? Y quién sí en El Salvador? Que tiene escaso talento? Como la mayoría en el país. Si es un país de castradores, que no permiten a la gente que desarrolle sus talentos naturales.
    Que le han llovido insultos? Cómo no, si estamos hablando de El Salvador y de un salvadoreño que se ha atrevido.
    Recuerdan lo que decía Francisco Andrés Escobar sobre la olla de cangrejos salvadoreños?
    Que dice "pinicilina"? Como la mayoría en este país. Así habla el salvadoreño, queramos reconocerlo o no.
    No es la expresión artística que a mí me gusta, pero le reconozco que tiene su valor. Y me gusta mucho que un "bicho" salido de los amordazados de mi país, se haya atrevido.
    Que no va a vivir de eso? Pero quién en este país vive de sus creaciones? Su destino, como bien dicen, será volver a sus vacas. Como otros que conozco, en especial me recuerdo de un amigo, musicólogo graduado de una universidad de México, excelente compositor y cantante, director de coros, que está cultivando sus tierras en Chalatenango.
    Así que, mientras le duren sus quince minutos de fama al "bicho", bien por él. Después, quién le quita lo bailado.
    Aplausos, aplausos y más aplausos.
    Carlos.

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  10. Hace unos días estuve allá por las tierras de King Flyp. Es interesante ver la gran fama que tiene este bicho en su natal Morazán, pues en todos los pueblos lo conocen e incluso ponen sus canciones en las plazas centrales. Sin embargo, es curioso que toda su fama ha sido originada en la web, cuando en Morazán, por lo menos en los pueblos en lo que yo estuve, no hay mayor avance tecnológico. A duras penas, las escuelas cuentan con un centro de cómputo que ha sido donado por alguna organización extranjera. A ver si este joven, con su "música", logra salir de las condiciones en las que vive y ojalá que tenga, por lo menos, intención de terminar el bachillerato.

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