Miguel Huezo Mixco
Ha comenzado la temporada 2010 del teatro Luis Poma. Todos lo que tenemos cierta edad recordamos con un aire nostálgico el "boom" del teatro salvadoreño de los años 70. Roberto Salomón, director del Poma, es uno de los últimos especímenes de aquella tropa. Un verdadero sobreviviente, como Fernando Umaña. Ellos dos han seguido dirigiendo a nuevas generaciones de actores y actrices. Son dos tipos exigentes que se han esmerado en ofrecernos un teatro de calidad. Valen oro.
Los resultados de su trabajo podrán apreciarse de nuevo en algunas puestas en escena que está ofreciendo el teatro Poma para esta temporada. Por ejemplo, la escuela de Fernando Umaña estuvo presente en "Los rieles", obra escrita y dirigida por Enrique Valencia. Este joven ha participado en varias obras dirigidas por Umaña, entre ellas "El médico a Palos", una comedia-farsa de Moliere, que tuve la suerte de presenciar en 2004. "Los rieles" permaneció en cartelera del 15 al 25 de abril recién pasados. Es una producción de las agrupaciones Acento Escénica y La Bocha Teatro.
Valencia, como todos los menores de 50 años que hacen teatro en este país, no ha tenido una escuela de formación sistemática. Esa posibilidad desapareció en los terribles años 80, tras el cierre, por mano militar, del Bachillerato en Artes; después de eso no ha habido manera para que se funde otra escuela de arte dramático. Todo el elenco de "Los rieles" se ha formado directamente sobre las tablas gracias a programas independientes, como el Teatro Estudio de San Salvador.
La falta de una escuela teatral no ha impedido la aparición de nuevos dramaturgos, como Jorgelina Cerritos. Dos trabajos de Cerritos, ganadora del Premio Casa de las Américas 2010 en la rama de teatro, serán puestas en escena en esta temporada. En el teatro salvadoreño del siglo XXI están pasando cosas importantes. El teatro sigue dando de qué hablar. El Festival Centroamericano "Sin fronteras" llegó este año a su decimosexta edición, y la presente temporada en el Poma constará de 16 eventos (12 producciones nacionales y 4 extranjeras).
"Los rieles", la tercera presentación de la temporada 2010, me despertó reacciones contradictorias. En algunos tramos me sentí atraído por el lenguaje lírico con que está escrita. Pero los lugares comunes en los que el autor incurre me terminaron aburriendo. El clima de zozobra que impera en la puesta en escena me resultó dolorosamente familiar. Pensé que la guerra que vivimos el siglo pasado tiene en esta obra un resultado estético significativo. Pero sentí insatisfacción por el tono tremebundo que domina casi toda la obra, a lo que mucho ayuda un fragmento de una música patética que se repite hasta el cansancio.
Disfruté mucho, en cambio, con la secuencia del entierro de Pepe Rodríguez. Imaginativa, lúdica y con mucha plasticidad. Ese fragmento de la obra me convenció del potencial de ese elenco integrado por Oscar Guardado, Viktorio Godoy, Omar Renderos y las actrices Alejandra Nolasco y Dinora Alfaro. Ellas, de lejos, me parecieron las mejores de la función.
El entierro de Pepe también me hizo pensar que Valencia tiene talento como dramaturgo y director. Pero que, sin embargo, la combinación autor/director requiere de un talento adicional que Valencia quizás todavía no posee, pero al que accederá trabajando duro en eso que parece ser su genuina vocación: las tablas. A falta de mejores argumentos diré que el director Valencia debió haber desplumado un poco más al autor Valencia.
(Publicado en La Prensa Gráfica, 29 abril 2010)
Foto de Carlos Hurtado
Hola tengo 8 años de residir en este país, soy de España y me gusta el teatro. He asistido a la mayoría de temporadas que el teatro poma ha realizado y debo decir que la obra, los rieles, a la que Ud. Se refiere sin mayores fundamentos, como bien lo menciona al final de su comentario, porque no pasa de ahí. A mi juicio y al de mucha gente que no tenemos el acceso para escribir en un periódico, no es sin duda, la propuesta más interesante y contemporánea que en este país (tradicional en su manera de hacer teatro) se ha hecho en los últimos años.
ResponderEliminarEs cierto que puede haber errores, a los que Ud. Señor hueso y mi persona no nos compete señalar sin desdeñar la búsqueda estética y filosófica de la obra en cuestión.
Para este elenco y su director vaya mi aplauso y el todo un público que salió conmovido después de la función del domingo recién pasado.
Se aburren los que ven cuadradas las cosas y escuchan como ven.
Gracias
Jazmín
A mi el trabajo me gusto, es cierto, es cansado, pero creo que se debe al genero en el que esta tratado la puesta. La musica me parece acertadisima, discrepo con miguel en eso.
ResponderEliminarUna apuesta con riesgos y con opiniones que seguro chocaran, yo creo que hay que seguir apoyando al teatro y a estos jovenes.
Moises Galan
Felicidades,señor Mixco por poner su atención al movimiento teatral del país, ya moribundo si no fuese por persona como Robi y Umaña. Todos tenemos derecho a expresar opiniones, y no esperemos estar todos de acuerdo. Lo importante es que la cosa se mueva, que haya atencion a estas cosa de arte, en periodicos donde solo se publican los criménes de los jovenes.
ResponderEliminarRodolfo G.
Gracias señor Miguel huezo por tomarse el tiempo para escribir sobre teatro, sobre todo del movimiento de un teatro moderno, al que otros llamsn jove.
ResponderEliminarEstoy de acuerdo con el dialogo que se genera a raiz de un articulo, es nesesario la diversidad de ideas. En mi gusto particular debo admitir que la obra me dejo noqueado, sin animos de mas sabado, que jodido no,por años he creido que el teatro es para divertirse, quiza a esto muchos estemos acostumbardo, con el trabajo de este director del que poco se, soy sincero, reconozco el talento tanto de todo su trabajo,solo vi de el y este grupo la leccion de Ionesco y quede muy agusto, ahora me queda amargo el gusto por el teatro y agradezco esta nueva sensacion, ¡aplausible!
Rene Canjura
SOY AMANTE DEL TEATRO Y SERE BREVE,RSPETO LAS OPINIONES DE TODOS Y TODAS.
ResponderEliminarYO ME INQUIETO CUANDO EL SEÑOR VALENCIA PRESENTA SUS OBRAS, SON TODO UN VIAJE.
ALVARO P.